42 INTENTOS DE CAMBIAR LA HISTORIA (II)

Seguimos con la segunda, y última parte para lo más impacientes, de los 42 intentos de asesinato que sufrió Adolf Hitler en los doce años que estuvo como Canciller, o mejor dicho, dictador de la Alemania nazi. Los intentos fueron:

22. En una de las visitas de Hitler a Polonia para la preparación de los campos de concentración y otros temas, un grupo de polacos colocaron 500 kilogramos de TNT (sustancia explosiva) debajo del puente principal por donde pasaba el Canciller cada vez que iba a ese país. Por alguna razón que aún se desconoce las cargas de dinamita no explotaron y consiguió salvarse una vez más.

Después de tantos intentos de asesinato Adolf comenzó a creerse que era una persona inmortal e incluso que todos sus territorios y poderes eran indestructibles y que podría alcanzar todo aquello que se propusiese sin ningún tipo de temor.

23. En 1941, otra vez en una de sus visitas a Polonia, pero esta vez en tren, el dictador fue atacado pero sus guardias le protegieron.

Después de estos dos atentados tan seguidos en Polonia Hitler sabía que tenía que actuar rápido si quería tener mayor poder y causar mayor temor para que nadie se atreviese a si quiera respirar el aire en el mismo sitio. Por eso lanza un ataque de forma masiva contra la URSS, lo que consigue que su enemigo más fuerte, Lósif Stalin, intentase por otros tres intentos más, asesinarle (24, 25 y 26).

26. El último de los tres intentos de asesinato que planeó Stalin para su muerte. Como figura principal encontramos a la actriz Olga Chekhova, a la cual Hitler veía en repetidas ocasiones. El plan consistía en que ella le presentase en una reunión a dos asesinos a sueldo que acabarían con él. Éste fue el plan más absurdo de los 42 que se hicieron. El Canciller dejó de ver a la actriz mucho antes de que le presentase a ninguna otra persona.

27. Entre toda esta cadena de ataques no podían quedarse fuera los británicos. En la denominada ‘Operación Foxly’, un grupo de francotiradores se apostaron en las montañas cercanas a la casa de Hitler en los Alpes Suizos, pero en el momento de disparar, a los tiradores les entró el miedo y decidieron no tocarlo por miedo a causar un conflicto mayor al que estaba sucediendo.

Como dije en la entrada de el primer capítulo, en este momento es cuando Adolf Hitler es, incluso, llegado a ser tratado como un mártir. Cómo una figura emblemática que lleva su patriotismo y nacionalsocialismo a arriesgar su vida por su país. A partir de aquí el Canciller solo se relacionará con sus oficiales más cercanos, lo que no sabía era lo que estaba a punto de ocurrirle…

28. El 13 de Marzo de 1943, Hitler se disponía a volver de Polonia en avión y uno de sus oficiales, nombrado con la cruz de hierro por los méritos en la SS, Henning Von Tresckow, colocó 4 minas de TNT con relojería, la misma utilizada con Maurice Bavaud, en el avión. Aunque la cantidad no fuera suficientemente potente para explotarlo en el aire, la caída y muerte serían inevitable en tal caso. Las minas no llegaron a explotar por la presión atmosférica y el frío no explotó y llegó sin problemas a su destino.

29. Esta idea estuvo de manos de Von Gersdorff, oficial de las SS. Consistía en ser él el portador de la dinamita y el lápiz detonador, es decir, ser una bomba suicida. Esta idea nunca cabría dentro de la idea de Hitler o de los propios alemanes, que un hombre dé su vida por matar a otro. Este “hombre-bomba” se ejecutaría en una exhibición de armamento soviético, el tiempo de la exhibición sería de 30 minutos y el tiempo de explosión del lápiz detonar de 10 minutos, tiempo de sobra para la ejecución. Hitler, a los 5 minutos de estar en ella, abandonó la sala por una puerta lateral sin dar explicaciones, Gersdorff intentó seguirle pero le detuvieron y tuvo que esconderse e irse del lugar para desactivarse la bomba y no morir en vano.

Los próximos diez intentos de asesinato (30-40) se ejecutarían de manos de oficiales allegados al Fürher, mediante ataques por disparos o intentos de explosión.

41. Éste intento prefiero dejarlo para otra ocasión. Solo puedo dar tres pistas: Le falta un ojo, la mano derecha y parte de la izquierda. ¿Podréis aguantar hasta su publicación?

42. El último intento antes de que Adolf se disparase en su búnker acabando con su vida y antes con la de Eva Braun por cianuro. El oficial Speer, también de la SS, planeó pasar a través de los conductos de ventilación del búnker Zyklon B, el gas venenoso utilizado en los campos de concentración, inclusive, mandó una notificación a los órganos del Reichstag donde explicaba que si Adolf Hitler moría, hiciesen caso omiso de todas la órdenes que Hitler mandaba en éstos años y que fuesen libres. Pero, finalmente, no se atrevió a introducir el gas y se auto delató como intento de asesinato.